Para conocer el tema de primera fuente, hablamos con diversas personas para familiarizarnos con sus casos. Con el objetivo de proteger la identidad de las personas hemos cambiado los nombres, el resto de la historia se ha mantenido tal cómo lo escuchamos.
Javiera, 15 años
Conoció al padre de su hijo en una fiesta por el cumpleaños
de una amiga en común, ese mismo día tuvieron sexo por primera vez, luego de
esto intercambiaron teléfonos para seguir en contacto. A pesar de que salieron
un par de veces, no formaron una relación porque decidieron que no eran
compatibles, pero optaron por ser amigos. Un par de meses después, Javiera
descubrió que estaba embarazada, después de informarle a Manuel, éste se
desentendió del tema alegando que no era hijo suyo, y que si había dormido con
él podría haberlo hecho con cualquier otra persona en ese lapso de tiempo. El hijo
de Javiera no conoció a su padre.
Esperanza, 17 años
Llevaba dos años con su novio cuando quedó embarazada. Ambos
tenían una muy buena relación. En un principio, ambos estuvieron emocionados,
ya que recibieron el apoyo de sus familias, vivieron todo el embarazo juntos.
Una vez que tuvo a su hijo, ambos se fueron a vivir a la casa de los abuelos,
los tres compartían una pieza, hasta que la relación se comenzó a desgastar y,
antes de que Nicole cumpliera un año, terminaron. Él continúo visitando a la niña
hasta que cumplió dos años, pero luego cambió su residencia, sin avisar, y
Esperanza no volvió a saber de él.
Como se mencionó al inicio de este blog, no en
todos los casos la irresponsabilidad paterna implican la ausencia total del
padre, esta puede ser parcial o darse en determinadas ocasiones, ejemplo de
esto es el caso siguiente.
Antonia, 16 años
Antonia quedó embarazada de su pololo, quien es hasta ahora su
vecino. La relación entre ellos iba bien hasta aproximadamente un año después
del nacimiento de Trinidad, la hija de ambos, momento en el que terminaron su
relación de pareja.
Los años siguientes, aunque no siguieron juntos, la relación
que él tenía con su hija era buena y aportaba monetariamente todos los meses y
cada vez que ella lo necesitaba. Sin embargo este último tiempo Marcelo ha tenido
interés de volver a retomar la relación amorosa con Antonia, sin éxito, ya que
ella no está interesada. Es en estos periodos cuando él se vuelve
irresponsable, ausentándose en ocasiones de la vida de su hija, y de gran
manera en el sentido económico, llegando incluso a provocar fuertes discusiones
con su ex pareja y su familia. Todo esto con el fin de despertar el interés de Antonia de volver a llamarlo debido a las necesidades que tiene con su hija.
Ella nos cuenta que no es la primera vez que ocurre esto, y que todo vuelve a
la “normalidad” cuando le avisa que tomará acciones legales o buscará ayuda de
una forma más seria.

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