miércoles, 15 de octubre de 2014

Ellas nos cuentan...



Para conocer el tema de primera fuente, hablamos con diversas personas para familiarizarnos con sus casos. Con el objetivo de proteger la identidad de las personas hemos cambiado los nombres, el resto de la historia se ha mantenido tal cómo lo escuchamos.

Javiera, 15 años

Conoció al padre de su hijo en una fiesta por el cumpleaños de una amiga en común, ese mismo día tuvieron sexo por primera vez, luego de esto intercambiaron teléfonos para seguir en contacto. A pesar de que salieron un par de veces, no formaron una relación porque decidieron que no eran compatibles, pero optaron por ser amigos. Un par de meses después, Javiera descubrió que estaba embarazada, después de informarle a Manuel, éste se desentendió del tema alegando que no era hijo suyo, y que si había dormido con él podría haberlo hecho con cualquier otra persona en ese lapso de tiempo. El hijo de Javiera no conoció a su padre.

Esperanza, 17 años

Llevaba dos años con su novio cuando quedó embarazada. Ambos tenían una muy buena relación. En un principio, ambos estuvieron emocionados, ya que recibieron el apoyo de sus familias, vivieron todo el embarazo juntos. Una vez que tuvo a su hijo, ambos se fueron a vivir a la casa de los abuelos, los tres compartían una pieza, hasta que la relación se comenzó a desgastar y, antes de que Nicole cumpliera un año, terminaron. Él continúo visitando a la niña hasta que cumplió dos años, pero luego cambió su residencia, sin avisar, y Esperanza no volvió a saber de él.

Como se mencionó al inicio de este blog, no en todos los casos la irresponsabilidad paterna implican la ausencia total del padre, esta puede ser parcial o darse en determinadas ocasiones, ejemplo de esto es el caso siguiente.

Antonia, 16 años

Antonia quedó embarazada de su pololo, quien es hasta ahora su vecino. La relación entre ellos iba bien hasta aproximadamente un año después del nacimiento de Trinidad, la hija de ambos, momento en el que terminaron su relación de pareja.
Los años siguientes, aunque no siguieron juntos, la relación que él tenía con su hija era buena y aportaba monetariamente todos los meses y cada vez que ella lo necesitaba. Sin embargo este último tiempo Marcelo ha tenido interés de volver a retomar la relación amorosa con Antonia, sin éxito, ya que ella no está interesada. Es en estos periodos cuando él se vuelve irresponsable, ausentándose en ocasiones de la vida de su hija, y de gran manera en el sentido económico, llegando incluso a provocar fuertes discusiones con su ex pareja y su familia. Todo esto con el fin de despertar el interés de Antonia de volver a llamarlo debido a las necesidades que tiene con su hija. Ella nos cuenta que no es la primera vez que ocurre esto, y que todo vuelve a la “normalidad” cuando le avisa que tomará acciones legales o buscará ayuda de una forma más seria.





No hay comentarios.:

Publicar un comentario